Sans toi, les émotions d'aujourd hui ne seraient que la peau morte des émotions d'autrefois.

viernes

Sofía.

Sofía era mi vida. Nos veíamos a las ocho y tres minutos cada día. Siempre en la misma esquina. Nos dábamos dos besos y caminábamos en silencio hasta un banco cercano. A las ocho y siete pasaban por ahí un grupito de chicos y chicas. Ellas nos miraban mal y nosotras a ellas. Nos divertíamos con esta tontería. Una de nuestras mil tonterías. Igual que aquel día que salimos de fiesta casi sin dinero. Ligábamos con todos los tipos del planeta para que nos invitasen a tomar algo. Logramos tener una resaca del quince al día siguiente, y unas 30 llamadas perdidas de nuestros ligues. También recuerdo aquel día que decidimos fingir ser extranjeras, y aquel que preferímos fingir ser unas niñas caprichosas y ricas, y aquel que quisimos batir el récord del mundo en chillar. Recordaré siempre aquel día en el que se le ocurrió cortarse el pelo, un cambio radical. Cuando la vi no la reconocía. Corto, tan corto que parecía de chico. Le quedaba genial. Resaltaba sus ojos negros y grandes, y su sonrisa aun era más bonita. Siempre fue guapa, incluso al final lo era.
Ella lo era todo en mi vida.

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