Sans toi, les émotions d'aujourd hui ne seraient que la peau morte des émotions d'autrefois.

martes

Que estás bien cuando todo va mal.

Hay miles de sensaciones en el mundo, pero la mejor sin duda es el momento de alegría desbordante que sientes al conseguir algo que creías imposible. Es ese Fuck Yeah que sientes al lograr superar un Challenge Accepted.

lunes

Depor.

Hay equipos que se merecen más que una Liga, más que una Champions, se merecen el mundo entero. Equipos de esos hay pocos. Nuestro Depor es uno de ellos. ¿Por qué? Porque lo digo yo. Y no solamente yo, lo dice toda una ciudad, una ciudad que apoya a su equipo hasta la muerte.
Me gusta el futbol. Y me he llevado grandes alegrías con la Selección, al igual que grandes decepciones, pero por La Roja nunca he llorado. Y lo haré solamente el día que alguien del Depor vuelva a ella.
Los días 21 no me gustan. Me traen malos recuerdos, y a partir de ahora muchos peores. El 21 de mayo del 2011 fue un muy mal día. Fue sábado, y debería haber sido divertido, alegre. Un día para celebrar cosas.
Era necesario un gol. Un gol que haría que miles de personas fueran felices. Haría que media Galicia lo celebrase. Ese gol nos salvaría del descenso y hundiría en él a las Baleares, pero sinceramente, me dan igual los mallorquinos. Me gustaría volver a ver a discutir con mis amigas que ir al hotel del Real Madrid a acosar a Cristiano no es buena idea, me gustaría volverme loca diciendo que tenemos que ir a ver a Piqué. Me gustaría que mi calle estuviese hasta los topes cuando viniese el Gijón a jugar aquí, y me gustaría que después de cada no victoria del Madrid en Riazor la gente lo celebrase. La temporada que viene no pasará esto, pero da igual, porque dentro de dos el Depor volverá a su lugar.
Me consuela pensar que el Celta no ascenderá y que por fin habrá derbis de verdad. Por fin podré decirle a mi madre, que ahora que ya no me pierdo de camino a Vigo, me voy a Balaídos a chillar en cara de los vigueses PUTA CELTA. Podré volver a disfrutar con las caras de ellos al verse derrotados, y también con la pequeña alegría que será que ellos asciendan también en dos temporadas.
Lo mejor del Depor no son las alegrías que nos da. No señor. Es la afición que tiene. Es la ciudad a la que pertenece, es el corazón blanquiazul de cada uno de nosotros.
Depor, de verdad, gracias por estas dos décadas en Primera. Gracias por darnos seis títulos desde la temporada 94/95. Gracias por ganar aquella Copa del Rey en Madrid en el 2002. Esa Copa está dentro de mis mejores recuerdos, porque siempre recordaré las miles de vueltas que dio mi madre en el trabajo para llevarme a Riazor a verla. Siempre recordaré la alegría que me dio. Esa alegría y esa ilusión estaba ahí en el 2002, con solamente siete años. Ahora en el 2011 no es ilusión y alegría, es el corazón entero.
Depor, eres grande. Muy grande.
Ahora, y más que nunca, FORZA DEPOR.


Por cierto! Perdón por haber tenido esto tan abandonado, pero no han sido los mejores meses de mi vida y no he escrito casi nada, así que no tenía con que actualizar, pero prometo no abandonarlo más :$$

martes

Rut.

Hoy no es el día de tus diecisiete, ese ya pasó, pero hasta hoy no estaba llena para hacerlo.
Los diecisiete significan tantas cosas, entre ellas que en un año podrás sacarte el permiso de conducir (cosa de la que me aprovecharé), que ya eres lo suficiente mayor para decir: "¡Eh, que ya no soy una niña!", que ya te acosan maduritos potentes...
Yo tengo que darte las gracias por estos añitos que llevamos juntas, que no son muchos, pero han sido intensos. Porque a fin de cuentas has estado ahí en los momentos en los que la he cagado, en los momentos en los que no sabía que hacer, en los momentos que necesitaba un abrazo de consuelo, y cuando simplemente me apetecía vacilar a alguien. Hemos compartido momentos enormes juntas, grandes tonterías, grandes días encerradas en los polideportivos (tenemos cinco horas, no te preocupes... Y al final siempre somos las últimas), planes impresionantes, y miradas con las que nos entendemos.
Al final solamente puedo decir que espero que tus diecisiete sean estupendos, que pases este año cojonudamente, que me dejes seguir a tu lado muchos más años, y que siempre que me necesites me dejes ayudarte. Porque a fin de cuentas te debo muchas. Tantas que algunas ni siquiera eres consciente de ellas, pero simplemente con verte desde lejos por el pasillo del instituto ya me alivia, ya me da una seguridad impresionante. Te debo muchísimo cariño, muchísimo.
Para lo que me necesites, me tienes aquí, y para lo que no, también.
Te quiero es muy poco Rut.